jueves, 19 de diciembre de 2013

El chanta

El chanta
                           

Mejor bajate de la mentira
antes que la pena o la vergüenza
estrujen lo que te queda
de alma y los años
se pongan en tu contra.
Mejor bajate ahora
que algo de vos todavía existe.
No sos influyente, no te conoce nadie,
sólo juntás tarjetas ajenas
como si fueran los diplomas
que no supiste conseguir.
Cada mañana te ponés la careta
del hombre importante
y salís desesperado
en busca del negocio que te salve.
Por la noche, volvés a tu casa
con el mezquino botín:
tres o cuatro nuevas tarjetas
y un par de cafés que no pagaste.
Así te convencés que sos importante,
necesario, inteligente,
pero nos sos otra cosa
que una sombra mendigando
atención, apenas
un deslizamiento cruel
sobre la vida ajena, una imagen
borrosa sobre un espejo roto.

Un chanta.

domingo, 1 de diciembre de 2013

Elogio de la fantasía


                  
Hay que ser razonables
y olvidarnos, de vez en cuando,
de la tiranía absurda de la razón;

La fantasía no puede explicar
la vida, pero nos regala cierto
sabor a justicia
que la hace más llevadera.

Siempre podemos elegir
el cristal más oscuro y triste
para ver el mundo.

Pero sólo sería otra ilusión
disfrazada de sensatez;
la sensatez de los que nunca
se atreverán a vivir su propio
sueño.

Sin embargo,
siempre habrá quienes,
aterrorizados, culpables, casi
avergonzados, se animan
a sumergirse desnudos
en las aguas alucinadas
de la fantasía.

Para estos seres
angélicos y locos,
el mundo no cambiará jamás.
Pero si cambiará, definitivamente
su manera de entenderlo.
Y eso es lo que vale.